Lo que tienen las modas es que tal como vienen se van.
A pesar de que el gotelé es ya todo un símbolo de los hogares españoles, está claro que esta moda ha alcanzado su final. Cada vez es más raro de ver en las casas, y se asocia a una decoración vieja, cada vez se gana más detractores.
Si tú eres uno de ellos, este post es para ti. En él, vamos a contarte cómo puedes hacerlo desaparecer tú mismo de las paredes de tu casa.
¿De dónde salió el gotelé?
El origen de este nombre es algo obvio: francés, del goutte o gouttelette, que significa “gota”. Se trata de una técnica que consiste en aplicar la pintura algo más espesa de lo habitual, para que queden esas gotitas que le dan nombre.
El gotelé apareció en España en los años sesenta, debido al boom de la construcción. Como las ciudades estaban creciendo, se comenzaron a construir pisos de forma apresurada. Las prisas, como todos sabemos, llevan a hacer las cosas regular, así que las paredes tenían bastantes imperfecciones.
¡Por eso nació el gotelé! Esta técnica se aplicaba para cubrir todas esas imperfecciones, dando además un aspecto decorativo que, por mucho que nos disguste ahora, fue toda una sensación durante mucho tiempo. Además, lo más importante: era barato.
Evidentemente, todo eso fue hace mucho, y ahora lo que se buscan son paredes lisas, y gracias a la tabiquería de cartón yeso (lo que todos conocemos como pladur) la sustitución está siendo fácil.
Fuente imagen: house digest
¿Por qué quitar el gotelé?
No venimos aquí a convencerte de cómo debería ser tu hogar, pero a lo mejor te estás preguntando por qué hay tanta gente que odia el gotelé.
Los motivos son muchos y distintos. Puede que se trate simplemente de una elección estética, sobre todo porque el gotelé no permite aplicar papel pintado en algunos casos. Además, si te gustaría pintar de diferentes colores una misma pared es bastante más complicado y el resultado no queda igual de impecable.
Por otro lado, una pared lisa también da sensación de mayor limpieza, acumula menos polvo, se limpia más fácilmente y da un toque mucho más moderno. Y no te vamos a engañar, capta bastante mejor la luz natural y afecta a la percepción del espacio, ya que no hace juegos de luces y sombras.
La elección final es solo tuya, y seguramente ya te habías planteado muchos de estos motivos. No obstante, aunque sean convincentes, en muchas ocasiones no se plantea esta reforma ya que se suele pensar que da muchíiiiiiisimo trabajo. Nuestra respuesta es: nada más lejos de la realidad. ¡El resultado valdrá la pena!
Quitar el gotelé tú mismo sin la intervención de profesionales es posible (aunque si no estamos del todo seguros siempre es mejor contar con la ayuda de quienes saben), y aquí te vamos a explicar cómo hacerlo:
¿Cómo quitar el gotelé sin ayuda de profesionales?
Antes de nada, vas a necesitar tener a mano bastante cinta de papel y cubretodo para asegurarte de que todo está protegido (enchufes, rodapiés, puertas, ventanas…). Ten en cuenta que con esta práctica vamos a hacer mucho polvo y se mete en todas partes. También te recomendamos por eso mismo ponerte una mascarilla.
¡Manos a la obra!
Bien, pues lo primero que hay que hacer es conocer en qué estado está nuestro gotelé, ya que a veces ha sido pintado tantas veces o con pinturas muy fuertes que la gota se plastifica.
Averiguar esto es muy sencillo, tan solo tienes que rascar una pequeña parte y diluirlo en un vaso de agua. Si se disuelve no ha sido repintado (a esto nos referimos como al temple), mientras que si se va todo abajo, está plastificado.
Dependiendo de si es una u otra, la intervención será algo diferente.
Buenas noticias: este tipo de gotelé es mucho más blando, así que será super fácil quitarlo, y es el que tienen la mayoría de nuestros hogares.
Tan solo tienes que mojar la pared, puedes hacerlo tanto con un rodillo húmedo o como con un pulverizador. Deja unos minutos para que la pared absorba el agua y las gotitas se vayan reblandeciendo.
Fuente imagen: MMDIY
Así te será mucho más fácil rasparlas con una espátula e irlas quitando con paciencia poco a poco, para no estropear la pared.
Cubre con algo de masilla las imperfecciones.
Fuente imagen: A Touch of Color
Una vez esté seca la pared puedes lijarla para un resultado mucho más uniforme y liso. Después recomendamos poner una capa de imprimación fijadora para que cuando vayas a pintar la pared de nuevo coja la pintura mucho mejor. También se puede usar pintura muy disuelta para fijar.
El gotelé de pintura plástica es mucho más duro que el anterior, pero aunque te será algo más laboriosa su eliminación, sigue siendo posible.
Si es posible es muy recomendable aplicar algún material específico para ablandarlo, como un decapante para relieves. Esto te permitirá rascar un poco la superficie y rebajar el grueso.
Si no surte efecto o no te es posible aplicarlo, el proceso sigue siendo el mismo que si lo aplicaras: cubrir con una masilla especial de renovación toda la pared, ayudándonos por una llana para que quede lo más recto y liso posible.
Fuente imagen: Quicken Loans
Una vez seca esta masilla, solo te queda lijar un poco para quitar algunos desperfectos.
Lo malo de este método es que es más trabajo, pero ¡no te desanimes! Recuerda que se trata de tu hogar, piensa en lo satisfactorio que va a ser una vez esté acabado.
¡Esto es todo!
Como has podido comprobar, quitar el gotelé no es muy difícil, pero hay que echarle unas horas. De todas formas, si no te atreves a hacerlo tampoco debería preocuparte mucho. Y es que igual que las modas como vienen se van, también son cíclicas.
Ahora ya es el momento de darle un nuevo look a tus paredes con tu pintura favorita o un precioso papel pintado.
También te recordamos que si no puedes quitarlo tenemos varios colores que lo disimulan bastante, como el Greige 02, el Gris 03 o el Verde 03. Además hay papeles que pueden ponerse sobre gotelés finitos ya que son espumados, como el Anémona y el Terrazzo. ¡Y por supuesto están las molduras! Usar paneles (Zigzag, Valle, Colina, Cresta) son una solución bien fácil para taparlo.
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