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5 ideas para decorar la pared del salón con estilo propio

¿Tu salón pide un cambio, pero no sabes por dónde empezar? Empieza por las paredes. 

Son mucho más que el fondo: organizan el espacio, influyen en la luz y definen el carácter del lugar donde más tiempo pasamos. 

Aquí te damos cinco ideas pensadas para transformar tu salón sin complicaciones, con estilo y con cabeza.

¿Te animas a transformar tu salón?


Divide el espacio con uno de los colores en tendencia

Los colores en tendencia para 2025, como el verde oliva, el rojo poco saturado o el azul hielo, aportan profundidad, estilo y ayudan a marcar esos espacios con carácter y estilo propio.


¿Por qué elegir esta opción?

La pintura no solo embellece: también ordena. Usar un color en tendencia como el Rojo 02 o el Verde 03 puede ayudarte a separar ambientes sin levantar tabiques o poner muebles separadores que te quitan espacio. 

Una pared pintada puede hacer mucho más que renovar el salón: también puede ayudarte a organizarlo visualmente. Si eliges bien el tono y el lugar, puedes diferenciar zonas como el comedor, la zona de lectura o la televisión sin necesidad de obras ni grandes gastos. 


En qué tipos de salones queda mejor

En espacios amplios o abiertos, donde una pared pintada actúa como límite visual y ayuda a romper la sensación de vacío. En estos salones de planta abierta, donde conviven varias funciones (comedor, zona de estar, rincón de trabajo...), el uso estratégico del color define por sí solo cada área. 

También es útil en viviendas con techos altos, ya que un color en la pared puede ayudar a dar proporción y calidez al conjunto. 

¿Tienes un salón pequeño y le buscas dar profundidad? No digas más: el uso de un color como el Azul 04 en la pared del fondo alarga visualmente el espacio. Y es que los tonos medios y oscuros en paredes bien iluminadas pueden dar una sensación de recogimiento y sofisticación.

Esta técnica también es perfecta para salones rectangulares, donde se puede usar el color para dividir visualmente la estancia en zonas según su uso. Por ejemplo, una franja vertical de color intenso puede acotar un rincón de lectura con butaca y lámpara, mientras que un fondo claro en el resto del salón mantiene la amplitud. 

En salones estrechos, por ejemplo, pintar una de las paredes cortas en un tono más cálido puede acortar visualmente el espacio y hacerlo más acogedor. Y si tu salón es cuadrado, puedes jugar con el color para dirigir la mirada hacia un punto concreto: una pared pintada detrás del sofá o de la tele se convierte en el ancla visual del conjunto.

¿Quieres más ideas de cómo modificar la sensación espacial de un espacio con pintura? Aquí te dejamos nuestro post con 9 esquemas de pintado sencillos y descriptivos.


Crea un espacio único con los paneles decorativos

Los paneles decorativos han llegado para quedarse. Son elegantes, versátiles y muy fáciles de instalar. 

Es una de las formas más rápidas de renovar tu salón con personalidad, sin renunciar al diseño ni al cuidado por los detalles. Ideal si quieres un cambio visible, sin meterte en reformas complicadas.


¿Por qué elegir esta opción?

Los paneles 3D (y las molduras) añaden textura sin sobrecargar. Funcionan como un volumen arquitectónico: proyectan sombras, dan ritmo y cambian según la luz del día. 

Son una forma sutil, pero efectiva de romper la monotonía en espacios donde todo es blanco, así no perdemos la coherencia visual.


Claves para elegir el tipo de panel

Los paneles decorativos pueden ayudarte a revitalizar la estética general de tu salón, eligiendo el modelo adecuado según el estilo que busques. En Garlanda lo explicamos en detalle en nuestro artículo sobre paneles decorativos, pero te dejamos a continuación nuestros cuatro preferidos:

Si te identificas con estilos más clásicos y buscas añadir un punto elegante sin que la pared robe protagonismo, el Panel Marco L es una apuesta segura. Te permite crear una composición tipo boiserie de forma sencilla y rápida, aportando un aire sofisticado sin complicaciones. Perfecto para salones serenos, con suelos en espiga o piezas de mobiliario más tradicionales.

Si te sientes más atrevido y te encanta jugar con los volúmenes modernos, el Panel Zig Zag es para ti. Aporta profundidad y un ritmo visual único. Queda de maravilla en salones con un punto industrial, art déco o en espacios eclécticos donde los contrastes son parte de la personalidad del hogar.

Y si lo tuyo es lo creativo, lo inesperado y un poco kitsch, el Panel Cresta es amor a primera vista. Su diseño con un detallado relieve lo convierte en una pieza protagonista, ideal para quienes entienden la pared como un lienzo más dentro de la decoración. Pruébalo detrás del sofá o en la zona de comedor si quieres marcar estilo desde el primer vistazo.

Finalmente, los recuadros con molduras son ideales para los que buscas un look clásico y quieren decorar grandes paños de pared sin grandes gastos. Prueba de combinar los modelos Rizo, usando el L como divisoria a media altura y el S para los recuadros. 

Resalta una pared con el papel pintado

El papel pintado es una de las ideas baratas de decoración que mejor pueden transformar tu salón sin complicaciones.

¿Por qué elegir esta opción?

Porque es tu mayor aliado para transformar el carácter de una habitación de una, cambiando los colores y la identidad de tus paredes a la vez. Aplicado en una sola pared (o incluso en una franja), se convierte en punto focal sin necesidad de hacer grandes cambios, aportando textura, color y ritmo.


El papel pintado nunca pasa de moda

Y es que aunque a algunos les pueda sorprender, el papel pintado sigue siendo tendencia, ya que su versatilidad le permite renovar y personalizar tu salón sin obras ni complicaciones. 

Es ideal para decorar una pared del salón que se vea apagada o para centrar la atención sin romper el estilo general. 

Además, los papeles pintados como los nuestros son muy fáciles de colocar, solamente necesitarás agua, cola y muchas ganas de darles un lavado de cara a tus paredes.

👉Clica aquí para aprender más sobre cómo colocar papel pintado.


En qué casos recomendamos esta opción

Si quieres destacar una zona concreta del salón, el papel pintado puede ayudarte a crear foco sin complicaciones.

Por ejemplo, detrás el sofá, un diseño como el modelo Azahar aporta textura y profundidad sin saturar. Sus tonos suaves y motivos florales generan un fondo cálido que combina con tapicerías neutras o en contraste.

Y en rincones de lectura, donde buscamos una atmósfera más envolvente, los papeles con motivos vegetales, como Botánico, suman calidez e invitan a quedarse. Si añades una lámpara de pie o una butaca en tonos coordinados, el resultado será aún más acogedor y especial.

Junto a una estantería o consola baja, empapelar solo ese tramo de pared con un diseño como el Nilo, de fondo claro y dibujo discreto, te permitirá aportar riqueza visual sin restar protagonismo a los objetos.

¿Y sabes qué? Si tu salón tiene una arquitectura irregular, como columnas o paredes retranqueadas, el papel pintado puede servir para unificar el conjunto. Empapelar, por ejemplo, solo una columna central con un modelo con presencia como el Maracuyá, con su estampado botánico de flores exóticas en tonos cálidos, puede convertir esos elementos en composiciones visuales armoniosas, integrándolos en el conjunto en lugar de resaltarlos como errores.

Claves para combinar cuadros en la pared del salón

Decorar con cuadros es siempre un acierto: la forma muy visual y personal de decorar la pared del salón. ¿Y a quién no le gusta darle ese toque propio a su casa?


¿Por qué elegir esta opción?

Porque es una manera directa de contar algo de ti. Los cuadros aportan color, movimiento y significado. 

Puedes cambiarlos según la estación, el estado de ánimo o simplemente porque te apetece, ¡que nadie te diga lo contrario! Además, ayudan a disimular imperfecciones y rellenar vacíos sin sobrecargar.


La clave principal está en la armonía

Buscar armonía. Sí, armonía.

Juega con marcos similares o, si no es posible, mantén una paleta cromática coherente. No queremos decenas de colores captando todas las miradas.

Usa una línea imaginaria que alinee las piezas, ya sea centrada o desplazada. Esta técnica funciona especialmente bien en la pared del sofá o en combinación con una lámpara de pie que equilibre la composición.


Haz protagonista a un mueble

No siempre hace falta vestir la pared: a veces, lo que la transforma es lo que colocas delante. Y es que un mueble bien escogido puede convertirse en el ancla visual de todo el salón, aportando equilibrio, función y personalidad. Especialmente si lo restauras, lo personalizas o le añades color.


¿Por qué elegir esta opción?

Porque no todo pasa por colgar cosas o pintar paredes (aunque ya sabes que esto es lo que más nos gusta en Garlanda). Un mueble con presencia puede ser el mejor recurso para dar sentido a una pared. 

Puedes recuperar un banco antiguo y pintarlo con nuestro esmalte multi-superficie en un color que te enamore, nuestros favoritos son el Verde 04 y el Azul 03, el fresco y el elegante. Con unos libros, velas o una planta encima, ya tienes composición.

¿No te atreves a hacerlo? Te dejamos nuestra guía para pintar muebles antiguos aquí. Verás que siguiendo estos pasos y usando las pinturas adecuadas, lo harás de maravilla.


Consejos finales para que tu salón sea único

Antes de lanzarte a pintar, empapelar o cambiar muebles, merece la pena detenerse un momento y observar el espacio con calma.

Cada salón tiene su lógica, su luz y su ritmo. 

Estos consejos finales te ayudarán a tomar decisiones con intención, asegurándote de que cada cambio que hagas sume belleza y funcionalidad al conjunto.


Prueba apps de simulación decorativa

Antes de decidir qué hacer, prueba con una app de simulación decorativa como Roomstyler o  Planner 5D. Sube una foto de tu pared, elige los tonos de Garlanda, y visualiza los cambios antes de hacerlos.

Y si quieres ir un paso más allá, pide muestras adhesivas: ver el color o el papel en tu salón, con tu luz, marca la diferencia.


Apóyate en los materiales del entorno

Mira más allá de las paredes: el suelo, las cortinas, los marcos de las puertas… Todos ellos condicionan cómo se percibe un color o una textura.

Si tienes suelos de madera, por ejemplo, puedes potenciar su calidez con tonos arena o papeles vegetales. Y si tu salón es de mármol o travertino, atrévete con contrastes suaves que eleven ese aire sofisticado.


No subestimes el poder de los zócalos

Pintarlos en el mismo color que la pared o incluso un tono ligeramente más oscuro puede ayudar a dar continuidad visual. También puedes integrar una moldura o una media pared empapelada para estructurar mejor el espacio y proteger las zonas más expuestas.

 

Juega con el ritmo visual

Si vas a combinar diferentes recursos —paneles, color, papel pintado o cuadros— piensa en cómo dialogan entre sí. Un salón que respira bien tiene pausas, acentos y simetrías. Una pared completamente decorada necesita otra más neutra que la acompañe y le ceda el protagonismo.



Piensa en el mantenimiento

Antes de decidirte por una textura o un acabado, valora cómo se comportará con el uso diario. Las pinturas lavables como las de Garlanda o los papeles resistentes al roce son aliados clave si tienes niños, mascotas o muchas visitas. La estética no tiene porque estar reñida con la practicidad.



Y finalmente, no quieras hacerlo todo de golpe. Empieza por una pared, respira y observa cómo cambia el espacio, y sigue desde ahí. La decoración con sentido no se hace en un día.


Como hemos visto, decorar una pared no es solo una cuestión estética: es una forma de reorganizar el espacio, de expresarte y de mejorar tu día a día en casa. 

Ya sea con color, textura o un mueble con historia, cada elección que haces transforma no solo cómo se ve tu salón, sino también cómo se vive. 

En Garlanda creemos en una decoración pensada, personal y funcional. Y esperamos que estas ideas te sirvan de punto de partida para mirar tus paredes con nuevos ojos.